La información se ha vuelto uno de los activos intangibles para las compañías más valiosos del mundo. Sin embargo, en alguna ocasión, todas las empresas han experimentado algún suceso inesperado o una coyuntura adversa como el ataque de un hacker, fallas, apagones de energía o desastres naturales que podrían generar pérdidas irreparables de los datos e información almacenada de las organizaciones, interrumpiendo la continuidad operativa de los negocios.

Según el Foro de Gestión de Servicios de TI (itSMF), sólo un 10% de las organizaciones tienen un programa efectivo de continuidad de negocio para sus sistemas de tecnología a pesar de que el negocio depende al 100% de los mismos.  A su vez, la Superintendencia de Industria y Comercio, encontró no hace mucho que en Colombia más de 24.000 empresas no cuentan con mecanismos eficientes para proteger sus datos internos y los de sus usuarios de accesos no autorizados.

Las consecuencias de no estar preparados mediante un plan de recuperación de desastres informáticos puede ocasionar pérdidas económicas, incumplimiento de los objetivos corporativos, de los marcos normativos o de los acuerdos de nivel de servicio (SLA), e incluso, puede atentar ante reputación de la marca o empresa, entre otros.

Por esta razón, Fernando Maturana, gerente general de Gtd Colombia asegura que es fundamental que las compañías entiendan que en la actualidad una de las claves para enfrentar esta posible situación es lo que se conoce como: Continuidad del Negocio, un plan para gestionar los potenciales riesgos para la organización y los impactos que estos podrían tener sobre las operaciones críticas del negocio y así, actuar diligentemente frente a una situación de crisis o emergencia, recuperando los activos digitales en el menor tiempo posible.

“Es importante que las empresas consulten cuáles son los peligros a los que están expuestas, para ello, nosotros realizamos una consultoría en la que examinamos las vulnerabilidades de cada empresa para así diseñar protocolos de prevención y reacción ante desastres. Luego de esto y por medio de una infraestructura Hiperconvergente (HCI) buscamos respaldar sus procesos y datos, utilizando un software inteligente que combina recursos de cómputo  como el CPU, RAM y almacenamiento que protegen su información”, señala Fernando Maturana, gerente general de la compañía.

A esta estrategia, se le suma un plan de Backup, que le permite a las compañías dar continuidad y seguridad de la información, almacenando los datos que residen en los servidores de las compañías. “El tiempo para recuperar esta información depende de los gigabytes, nuestra tasa de restauración es de hasta 100/GB por hora”, agrega Maturana.

Como también, se podría mencionar una opción de réplica que protege la información, por medio de replicación continua en capa de hipervisor, tiempos de failover de hasta minutos y puesta a producción de las Máquinas Virtuales de manera automática en el sitio secundario de replicación

De acuerdo con un análisis realizado por esta compañía, los principales riesgos que se pueden presentar en los servicios de una empresa son: fallas en el hardware (40%), apagones de energía (20%), errores humanos (18%), complicaciones en el software (17%), y ataques de hackers, entre otros peligros externos (5%).

“Las empresas que desean mantenerse activas en el mercado y darles continuidad a sus negocios requieren de una planificación y preparación anticipada para gestionar proactivamente potenciales riesgos para la organización y los impactos que estos podrían tener sobre las operaciones y así, actuar diligentemente frente a una situación de crisis o emergencia, recuperando los servicios ofrecidos en el menor tiempo posible”, puntualiza el directivo de Gtd Colombia.

Ante escenarios de desastres imprevisibles, cobran especial interés la protección de datos y el plan de continuidad de negocios para almacenar la información de las empresas, puesto que son el activo más grande en cada uno de sus procesos, desde la comunicación interna o los proyectos que se requieran realizar, hasta la relación comercial con sus clientes, pues deben brindarles garantías de seguridad en la confidencialidad de sus datos personales.