Se estima que la última milla genera entre el 25% y el 30% de las emisiones de gases contaminantes.
Colombia se prepara para darle la bienvenida a una nueva jornada de descuentos durante el Black Friday 2023, donde ofertas y promociones atraen a un mayor número de compradores. Sin embargo, cada año surgen nuevas consideraciones frente a la responsabilidad ambiental que conllevan fechas comerciales como esta para empresas, tiendas y comercios en línea, especialmente con relación a su servicio de última milla. Se calcula que esta etapa de la cadena logística es responsable de entre el 25% y el 30% de las emisiones de gases contaminantes.
Por esto, y con la crisis climática como prioridad, cada vez más compañías buscan opciones que les permitan mitigar la huella de carbono que genera el elevado volumen de ventas de la temporada, sin sacrificar la calidad de las entregas y la satisfacción del cliente. En este contexto, la logística se ha convertido en aliada de la sostenibilidad para reducir emisiones contaminantes en una industria que debe responder a las dinámicas comerciales de la era digital y busca apalancarse en la tecnología para minimizar su impacto en el medio ambiente.
Para Emilio González, Head de Ventas de DispatchTrack para Latinoamérica, la logística verde cobra mayor sentido durante periodos de alta oferta y demanda, como Black Friday, Cyber Days, Hot Sale o durante fechas especiales como el Día de la Madre o Amor y Amistad. “Si bien estas fechas son ideales para aumentar las ventas, también representan una oportunidad para repensar y transformar la manera en la que gestionamos la entrega de productos, minimizando nuestro impacto ambiental”, señala.
¿Cómo hacer que la última milla genere menos emisiones y sea más eficiente?
González destaca que es crucial adoptar un enfoque logístico más sustentable. Propone que las empresas del sector se comprometan a reducir las emisiones de carbono mediante la optimización de rutas de entrega,la implementación de vehículos más eficientes y la adopción de embalajes ecológicos. Estas y otras acciones deben estar enfocadas en la mitigación de daños ecológicos que se puedan generar desde el almacenaje hasta la gestión de despachos, y que incluso contemplen la recolección de productos a domicilio en caso de devolución.
Por su parte, DispatchTrack se encuentra a la vanguardia de esta revolución verde. González subraya que la compañía está comprometida con el desarrollo de tecnologías que no solo mejoren la eficiencia operativa, sino que también minimicen la huella de carbono. Además, reconoce que todos los sectores deben sumar esfuerzos y para ello, revela cinco prácticas contundentes que ayudan a contrarrestar el impacto medioambiental de cara a los periodos con mayor volumen de ventas como el Black Friday, y que además se pueden implementar de manera permanente:
1. Medir la huella de carbono: La huella de carbono, vinculada estrechamente con nuestras actividades diarias, requiere una atención especial en el ámbito empresarial. González enfatiza que medir, monitorear y reducir las emisiones de carbono en todas las etapas de la cadena logística no solo es esencial para la eficiencia operativa, sino que también es una contribución vital para reducir las emisiones contaminantes y comprender con qué acciones se pueden minimizar o neutralizar.
2. Tecnología para optimizar la última milla: Los software para obtener datos y planificar rutas permiten saber cuánto contamina una empresa en el transporte de mercancías. Además, con el uso de algoritmos avanzados se pueden optimizar rutas de reparto y gestionar en línea entregas de última milla, obteniendo data diaria de rendimiento para mejorar día a día los procesos de entrega, reduciendo significativamente las emisiones de CO₂ y disminuyendo el tiempo en tránsito, lo que se traduce en menos costos y más puntualidad.
3. Racionalizar el uso de los recursos: Uno de los objetivos principales de la logística sostenible implica optimizar el uso de recursos disponibles para reducir el impacto ambiental. Esto significa mejorar el rendimiento en el consumo de recursos relacionados con la actividad logística, abarcando desde la energía eléctrica en los centros de distribución hasta los combustibles, así como el aprovechamiento de materiales y medios de transporte. La implementación de la logística inversa también es esencial para darle un segundo uso a diversos materiales.
4. Electromovilidad: Cada vez más, el transporte logístico está enfocada en impulsar significativamente la producción de vehículos eléctricos. La electromovilidad viene a cumplir un rol fundamental en reducir la contaminación en la última milla. Sin embargo, surgen interrogantes sobre la disponibilidad de puntos de carga en las ciudades, la autonomía de estos vehículos (que sigue en aumento y en promedio recorren desde 250 Km hasta incluso los 600 Km) y su asequibilidad para las pymes, para las que cada vez se van haciendo más alcanzables. Además, se plantea la necesidad de ayudas e incentivos para que las empresas puedan renovar sus flotas, dado que la transición a vehículos eléctricos conlleva costos mayores.
5. Empaques ecológicos: Se estima que un número importante de empresas están explorando activamente opciones de embalajes sostenibles, utilizando materiales reciclados y fomentando prácticas más ecoamigables. Por ejemplo, el gigante norteamericano Walmart presentó este año una guía destinada a ayudar a sus clientes a diseñar envases sostenibles. Además, el minorista le da preferencia a productos que no causen un impacto ambiental, sin dejar de mantener un enfoque prioritario en garantizar que la mercancía llegue en óptimas condiciones a los consumidores.