El primer trimestre de 2024 mostró una tímida expansión anual del 0,7%, acorde con las expectativas de los analistas. Según el estudio de ANIF, la variación desestacionalizada fue del 0,9% anual. Los resultados de marzo fueron críticos para el débil crecimiento, ya que contribuyeron con -0,5 puntos porcentuales (pp), reflejando una desaceleración económica que ha persistido desde el año pasado.
Las actividades que impulsaron el crecimiento en este periodo fueron la administración pública, el sector agropecuario y los servicios públicos. La administración pública, en particular, creció un 5,3% anual, impulsada por el aumento en el personal y mejoras salariales. El sector agropecuario también mostró un fuerte desempeño, con un crecimiento del 5,5% anual gracias al buen comportamiento de cultivos como el banano y las flores. En contraste, la industria, el comercio y las actividades financieras tuvieron un impacto negativo en el crecimiento.
Contracción de la Demanda Interna
La demanda interna se contrajo un 2,6% anual, influenciada principalmente por el bajo desempeño de la formación bruta de capital, que cayó un 13,4%. Sin embargo, el consumo final creció ligeramente un 0,4%, con los hogares aumentando su demanda mientras el gobierno redujo su gasto, revirtiendo la tendencia de los trimestres anteriores.
El trimestre presentó resultados mixtos a nivel mensual, con expansiones en enero (1,4%) y febrero (2,2%), que aportaron 0,5pp y 0,7pp al crecimiento trimestral, respectivamente. No obstante, la caída de marzo (-1,5%) contrarrestó estos avances, restando 0,5pp al crecimiento del periodo. La industria y el comercio continuaron en terreno negativo, afectadas por la baja demanda y el aumento de costos en insumos.
Perspectivas para el Futuro
ANIF prevé que la economía mantendrá una dinámica débil durante el primer semestre de 2024 debido al bajo rendimiento de sectores clave y la disminución en la demanda interna. Sin embargo, se espera una mejora en el segundo semestre, lo que podría llevar a un crecimiento anual cercano al 1,1%. Estos resultados subrayan la necesidad de ajustes en las políticas económicas para fomentar un crecimiento más robusto y sostenible en el futuro.