Identidades sintéticas, evasión fiscal y acceso indebido a subsidios: los delitos evolucionan, y las respuestas también
El fraude digital en Colombia está creciendo a un ritmo alarmante, superando la capacidad de respuesta del Estado y de las entidades financieras. En este contexto, la analítica avanzada y la inteligencia artificial (IA) emergen como herramientas críticas para anticipar amenazas cada vez más complejas, como las identidades sintéticas y el uso fraudulento de subsidios públicos.
El auge de las identidades sintéticas: una amenaza invisible
Las identidades sintéticas, que combinan datos reales con información ficticia, están desafiando los sistemas tradicionales de control. Al no haber una víctima directa, estos fraudes pueden pasar inadvertidos durante meses o incluso años, generando pérdidas millonarias para el Estado y el sistema financiero.
Según TransUnion, entre enero y junio de 2024, el 6,9% de las transacciones digitales en Colombia fueron catalogadas como sospechosas de fraude, lo que representa un incremento del 43,5% frente al mismo periodo de 2023. Colombia se ubicó entre los cinco países con mayor tasa de intentos de fraude digital en el mundo.
El costo oculto: evasión fiscal y debilitamiento institucional
La evasión fiscal en Colombia ya supera los 50 billones de pesos anuales, según la Universidad Nacional. A esta cifra se suman prácticas como la suplantación digital y el acceso ilegal a subsidios, que erosionan la confianza ciudadana y comprometen los recursos destinados a los más vulnerables.
“Hoy el fraude opera en tiempo real, con herramientas automatizadas. Para enfrentarlo, las instituciones necesitan tecnología que detecte, decida y actúe con anticipación”, explica Ricardo Saponara, líder de asesoría en riesgo, fraude y cumplimiento para Latinoamérica en SAS.
Tecnologías que marcan la diferencia
En respuesta a esta realidad, gobiernos y entidades financieras están adoptando soluciones analíticas con enfoque predictivo, entre las que destacan:
- Datos sintéticos: permiten entrenar modelos de IA sin comprometer la privacidad.
- Motores de decisión automatizados: procesan millones de datos en segundos, activando alertas en tiempo real.
- Modelos explicables: aportan trazabilidad y transparencia, esenciales para la toma de decisiones públicas.
Estas tecnologías ya están generando resultados tangibles en América Latina: auditorías más rápidas, recuperación de recursos mal asignados y mayor trazabilidad en el gasto público.
Gobernanza y ética: pilares del uso responsable de la IA
El reto no es solo tecnológico. También es ético. “La analítica debe ser gobernable, trazable y justa. No se trata solo de eficiencia, se trata de confianza pública y justicia fiscal”, señala Saponara.
Un estudio de Economist Impact en alianza con SAS reveló que el 80% de los líderes del sector financiero espera un impacto severo de los delitos financieros en los próximos 10 años. Aunque el 99% ya usa IA generativa, más de la mitad no ha visto beneficios financieros concretos, lo que demuestra que la clave está en su implementación estratégica y ética.
Un llamado a actuar: anticiparse, no solo reaccionar
Cuando el crimen se digitaliza, las respuestas deben ser igual de ágiles. La inteligencia artificial no es un lujo: es una necesidad estratégica. Aplicada con ética, gobernanza y visión a largo plazo, puede ser la diferencia entre un sistema que reacciona tarde o uno que protege los recursos públicos en tiempo real.
Porque cuando se trata de blindar al Estado, al ciudadano y al sistema financiero, actuar a tiempo no es solo eficaz. Es urgente.