La rápida integración de la inteligencia artificial (IA) en el entorno empresarial ha llevado a una revolución tecnológica que transforma la manera en que las empresas operan y ofrecen servicios. Sin embargo, este avance tecnológico no está exento de desafíos legales que podrían afectar a trabajadores, empresas y usuarios de manera significativa.
Uno de los aspectos más delicados que surgen con la implementación de la IA en empresas es la posibilidad de despedir a trabajadores cuyas funciones son asumidas por sistemas automatizados. La pregunta crucial es si el despido en este contexto puede considerarse «justa causa». Y es que ya no es secreto que la inteligencia artificial, ha ayudado en la ejecución de las labores, pues ha logrado automatizar tareas repetitivas que ocupan aproximadamente entre un 60% y 70% del tiempo de los empleados.
Desde una perspectiva legal, BendiksenLaw resalta que, la justificación de un despido basado en la implementación de IA dependerá en gran medida de las circunstancias específicas y las leyes laborales locales. Factores como la capacitación previa ofrecida a los empleados, la naturaleza de las funciones que la IA asume y la existencia de alternativas viables serán consideraciones esenciales.
«La rápida adopción de la inteligencia artificial en empresas plantea interrogantes legales cruciales que deben ser abordados con cautela. Desde la justicia en los despidos hasta la regulación de la propiedad intelectual generada por IA” indicó Sebastián Béndiksen, socio fundador de BendiksenLaw.
En cuanto a la regulación de la IA en sí misma, los gobiernos y las entidades reguladoras están en la encrucijada de establecer normativas que equilibren la innovación tecnológica con la protección de los derechos y empleos de los ciudadanos. La transparencia en los algoritmos, la privacidad de los datos y la responsabilidad en caso de errores son áreas clave que deben ser abordadas.