La inflación mensual se ubicó en 0,47% y la anual en 10,15%, en línea con las expectativas de los analistas del mercado, de acuerdo a la encuesta del Banco de la República.

La inflación de alimentos continuó descendiendo en noviembre, al pasar de 10,4% a 8,3%. Este resultado estuvo explicado principalmente por la disminución en la canasta de perecederos, que cayó en la comparación anual en 556 puntos básicos frente al dato del mes anterior, ubicándose en 9,5%.

La canasta de carnes también se redujo, cayendo en 93 puntos básicos alcanzando una variación anual de 6% y la de productos procesados disminuyó en 74 puntos básicos, alcanzando una variación anual de 9%.

La inflación sin alimentos, por su parte, genera la mayor preocupación. El dato incrementó en términos anuales en 10 pbs frente al mes anterior, pasando de 10,5% hasta 10,6%.

Este resultado se explica por un lado, por el incremento de la inflación de la canasta de regulados, que pasó de 15,2% a 16,9%. Esto debido a los incrementos en los precios de combustibles, las tarifas de electricidad y transporte urbano.

Por otro lado, la inflación de la canasta de servicios, la de mayor peso dentro de la canasta de los consumidores, se mantuvo muy cerca de su dato del mes anterior, con una variación anual del 9%. No obstante, su variación mensual se mantiene en niveles similares a los de 2022, sugiriendo la existencia de presiones desde esta canasta. Las subclases que más contribuyeron al interior de esta en noviembre fueron arriendos, comidas en establecimientos de servicio a la mesa y comidas preparadas fuera del hogar.

En BBVA Research prevemos que la inflación continúe moderándose. La primera parte de 2024 mostrará una inflación que cede con cierta resistencia, a razón de presiones por parte de indexados, donde tendrán protagonismo la canasta de regulados y la de servicios. Esperamos que la inflación cierre 2024 en 5,4%.