Rockwell Automation revela cómo la inteligencia artificial redefine la producción en un entorno de alta presión
La industria de ciencias biológicas enfrenta una tormenta perfecta: demanda creciente, costos en alza, riesgos cibernéticos y escasez de talento especializado. En este contexto, la inteligencia artificial (IA) se consolida como una herramienta estratégica para optimizar operaciones, mejorar la calidad y fortalecer la resiliencia.
Así lo confirma el 10.º Informe Anual sobre la Situación de la Fabricación Inteligente de Rockwell Automation, basado en encuestas a 143 líderes de fabricación en 15 países clave.
Fabricación inteligente: una realidad global
El estudio revela que el 95 % de los fabricantes en ciencias biológicas ya usa o evalúa tecnología inteligente, lo que marca una nueva fase de madurez digital. Las prioridades han evolucionado: ya no se trata solo de eficiencia, sino de seguridad, escalabilidad y sostenibilidad operativa.
Principales usos de la IA en el sector:
- Mejorar la calidad del producto (53 %)
- Agilizar operaciones (50 %)
- Fortalecer la ciberseguridad (48 %)
Talento escaso, tecnología como aliada
La contratación de personal calificado es el mayor obstáculo para el crecimiento en 2025, según el 26 % de los líderes encuestados. Para cubrir esta brecha, las empresas recurren a:
- IA (48 %)
- Automatización (46 %)
Estas tecnologías no solo complementan al talento humano, sino que potencian sus capacidades en entornos cada vez más exigentes.
Inversiones con visión de futuro
Los fabricantes están apostando por soluciones que generen valor a largo plazo:
- Crecimiento sostenido (66 %)
- Ampliación de capacidad (62 %)
- Protección de operaciones (50 %)
Además, el 36 % planea invertir en IA generativa o causal, y el 35 % explora gemelos digitales y simulaciones, lo que indica una clara tendencia hacia la innovación profunda y predictiva.
El reto de convertir datos en decisiones
Aunque la mayoría recolecta grandes volúmenes de datos, solo el 46 % los utiliza eficazmente. La clave está en transformar insights en acciones concretas, acelerando la toma de decisiones y mejorando la adaptabilidad operativa.
“La IA ya no es una opción, es una necesidad para escalar con calidad y seguridad”, afirma Matt Weaver, vicepresidente global de Rockwell Automation