Chile lidera en América Latina con una política de IA que combina ética, impacto y acción concreta
Mientras muchas naciones aún debaten cómo adaptarse a la inteligencia artificial (IA), Chile da un paso firme hacia el liderazgo regional, actualizando su Política Nacional de IA con una visión clara: la inteligencia artificial ya no es una promesa tecnológica, es una herramienta de transformación real.
Más allá de un documento aspiracional, la estrategia chilena plantea principios, compromisos y una hoja de ruta concreta para que la IA impulse la productividad nacional, bajo un enfoque ético y centrado en las personas.
Tres pilares estratégicos para una IA con impacto real
La nueva política pública de Chile se estructura sobre tres ejes fundamentales que marcan una diferencia frente a otros modelos internacionales:
1. Condiciones habilitantes
Infraestructura de datos, conectividad, talento digital y acceso a tecnologías como el supercómputo, considerados elementos esenciales para escalar la IA de forma sostenible.
2. Adopción aplicada
Una visión pragmática para que la IA resuelva problemas reales del sector público y privado, acelerando su integración en servicios, procesos y experiencias ciudadanas.
3. Gobernanza ética
El componente más diferenciador: principios como inclusión, sostenibilidad y protección de derechos que enmarcan el desarrollo tecnológico en una mirada de largo plazo.
“Lo ético no es un adorno. Tener reglas claras define el tipo de país que queremos construir”, comenta César Ortega, VP Comercial Región Andina en Sixbell CX.
Aprendiendo del mundo, con identidad propia
Chile no parte de cero. La estrategia recoge lo mejor de otros referentes globales:
- Canadá, con foco en talento e investigación
- Francia, con énfasis en regulación y justicia social
- Singapur, priorizando aplicaciones prácticas
- EE.UU., ahora más regulador tras un enfoque inicialmente liberal
- China, con fuerte inversión estatal en IA a escala global
Chile, sin embargo, opta por un camino propio, equilibrando desarrollo tecnológico con sentido social: formar capacidades, poner a las personas al centro y activar soluciones donde realmente marquen la diferencia.
La evolución tecnológica: IA multimodal para nuevos desafíos
La irrupción de los Modelos de Capacidad Multimodal (MCP) transforma radicalmente lo que puede hacer la IA. Ya no se trata solo de entender texto: ahora puede analizar imágenes, audio, documentos y datos estructurados en tiempo real, dando paso a soluciones mucho más inteligentes e integradas.
Aplicaciones reales: así se transforma la experiencia del cliente con IA
Desde Sixbell CX, hemos acompañado la implementación de IA avanzada en diversas industrias de Latinoamérica, generando resultados concretos como:
- Voicebots conversacionales 24/7 que reducen costos sin sacrificar calidad
- Asistentes al agente que entregan respuestas en tiempo real, optimizando la atención
- Autoservicio inteligente que empodera al cliente y mejora su experiencia
- IA generativa para personalización en tiempo real y segmentación dinámica
- Automatización de procesos que ejecutan tareas completas, de principio a fin
Con los MCP, estos avances se potencian exponencialmente. La IA deja de ser solo eficiencia, y se convierte en resolución inteligente y escalable.
Tecnología con propósito: conectar, resolver y transformar
La verdadera diferencia no está en cuánta tecnología se adopta, sino en cómo se pone al servicio de las personas. Las empresas líderes ya entienden que cada interacción con el cliente es una oportunidad para conectar, resolver y transformar.
La Política Nacional de IA de Chile es un primer paso necesario. Pero el impacto real vendrá con su implementación efectiva, especialmente desde el sector privado.
“Podemos quedarnos viendo cómo avanzan otros, o liderar con una mirada propia. Chile ya empezó. Ahora toca activar esta transformación con foco, propósito y una dosis de pragmatismo”, concluye Ortega.
Una región en movimiento, con la IA como catalizador del cambio
Latinoamérica está frente a una decisión estratégica. La inteligencia artificial no espera. Chile ha demostrado que se puede avanzar con dirección, principios y visión de largo plazo. La pregunta es: ¿quién sigue el paso?