La Generación Z y los millennials enfrentan retos financieros únicos: un 30 % de la Z y un 32 % de los millennials se sienten inseguros con su dinero, y más de la mitad vive al día, según Deloitte. En un contexto de inflación, empleos inestables y auge del emprendimiento digital, la educación financiera es más urgente que nunca.
Errores comunes y cómo evitarlos desde el primer salario
El Dr. Emperador Pérez (BIU) advierte que muchos jóvenes caen en la trampa de “gastar para parecer”, arrastrando deudas de tarjetas e impulsos de compra. Para evitarlo:
- Construye un fondo de emergencia con al menos 3 meses de gastos.
- Crea un presupuesto realista; ahorrar un pequeño porcentaje cada mes genera un gran impacto a largo plazo.
- Evita el crédito excesivo: registra tus gastos semanales para no sobrepasar tu capacidad.
- Invierte desde temprano y capacítate constantemente en finanzas personales.
Regla 50/30/20: Equilibrio sin sacrificar calidad de vida
Para vivir bien y ahorrar, aplica la regla 50/30/20:
- 50 % a necesidades básicas (arriendo, transporte, comida)
- 30 % a ocio y vida social
- 20 % a ahorro e inversión
Este esquema ayuda a diversificar ingresos—vital en un país con 19 % de desempleo juvenil—y a priorizar decisiones inteligentes de consumo.
Redes sociales: consumismo vs. educación
El 43 % de los jóvenes latinoamericanos hace compras no planificadas por presión en redes (Deloitte). Las plataformas pueden:
- Fomentar consumismo: evita seguir cuentas que incitan al gasto.
- Ser aliadas: sigue influencers de finanzas, participa en charlas online y usa redes para promover tus proyectos.
Inversiones digitales con precaución
Criptomonedas y fintechs ofrecen oportunidades, pero el Financial Times alerta que 1 de cada 5 jóvenes pierde dinero en esquemas no regulados. Para invertir con seguridad:
- Diversifica: no pongas todo tu capital en un solo activo.
- Invierte sólo lo que puedas perder.
- Edúcate: comprende tasas, riesgos y regulaciones antes de invertir.
Ingresos bajos ≠ falta de libertad financiera
Aunque Colombia tiene un ahorro familiar bajo (ANIF), la clave está en:
- Evitar deudas innecesarias.
- Controlar gastos con un presupuesto mensual.
- Establecer metas de ahorro pequeñas y sostenibles.
- Diversificar ingresos: freelance, emprendimientos o inversiones seguras.