¿Cómo pueden las empresas colombianas transformar esfuerzo en resultados reales?

Colombia trabaja más que la mayoría… pero produce menos

Colombia enfrenta un desequilibrio evidente entre las horas trabajadas y el valor económico generado. En 2022, un trabajador colombiano promedio dedicó 2.297 horas al año, una de las cifras más altas entre los países de la OCDE. Sin embargo, el PIB por hora trabajada fue de apenas USD 21,6, el más bajo del grupo.

Este fenómeno evidencia una baja eficiencia laboral que impacta directamente en la competitividad del país. A pesar del esfuerzo, los resultados no logran responder a los niveles esperados, lo que genera una urgente necesidad de transformación.

La productividad total sigue en terreno negativo

El comportamiento de la Productividad Total de los Factores (PTF) no es alentador. En 2023, su aporte al crecimiento del valor agregado fue de –1,71%, según cifras del DANE. Sectores clave como transporte y comunicaciones registraron una caída de –6,17% y la manufactura –5,86%. Solo áreas como servicios sociales y electricidad mostraron indicadores positivos.

No obstante, el tercer trimestre de 2024 dio señales de recuperación: la productividad por hora aumentó un 3,43% interanual, mostrando que las medidas de ajuste pueden revertir la tendencia si se implementan de forma estratégica.

Estructura empresarial: muchas microempresas, poca eficiencia

El tejido empresarial colombiano está conformado en un 99,5% por micro y pequeñas empresas, que generan el 65% del empleo, pero apenas contribuyen con el 35% del PIB. Esta alta concentración de unidades productivas pequeñas dificulta la adopción de tecnologías, la digitalización de procesos y el acceso a herramientas de gestión modernas.

Estas limitaciones alargan los ciclos de toma de decisiones, generan duplicidades operativas y obstaculizan el crecimiento sostenible. Sin transformación, el potencial humano y empresarial sigue atado a estructuras ineficientes.

2025: el año para impulsar la productividad con tecnología

Los analistas de Fedesarrollo y Anif proyectan una PTF de 0,8% para 2025, aún lejos del promedio del 2% observado en otras economías OCDE. Para cerrar esta brecha, la transformación digital es inaplazable.

Automatización de tareas, plataformas de gestión integradas, monitoreo en tiempo real e indicadores clave de desempeño son herramientas clave para convertir las horas laborales en resultados concretos.

“En un entorno donde las horas de trabajo son elevadas, convertir cada minuto en valor requiere más que tecnología: implica replantear flujos de trabajo, roles y cultura organizacional”, señala Erez Zaionce, Manager de la Región Andina en Teramind.

El camino hacia la eficiencia: menos silos, más datos

Las empresas que busquen destacarse en la economía digital deben eliminar los cuellos de botella en sus procesos, reducir aprobaciones innecesarias y empoderar a sus equipos con información precisa y oportuna.

Herramientas como Teramind permiten a las organizaciones analizar comportamientos, automatizar procesos repetitivos, prevenir pérdidas de información y aumentar la productividad de forma inteligente.

“Adoptar herramientas que integren información y promuevan la colaboración ágil es clave para elevar la productividad y la competitividad empresarial”, agrega Zaionce.

Colombia tiene el talento, falta organización y tecnología

El talento humano colombiano está dispuesto a trabajar. El reto está en modernizar los procesos para que ese esfuerzo se traduzca en valor agregado. Apostar por tecnología, formación digital y una gestión centrada en datos no es una opción: es la única vía para que Colombia transite hacia una eficiencia empresarial sostenible y una economía verdaderamente competitiva en el contexto digital global.