Reforma laboral podría elevar el desempleo juvenil hasta un 5 %, Universidad de San Buenaventura propone contrato especial para mitigar el impacto
Un nuevo desafío para el mercado laboral joven
La reciente aprobación de la reforma laboral ha encendido las alertas entre empresarios, analistas y académicos. Según un estudio de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, el desempleo juvenil podría aumentar entre un 3 % y un 5 % si no se implementan medidas específicas para los trabajadores menores de 28 años.
Este grupo ya enfrenta una informalidad superior al 56,8 % y una tasa de desocupación del 16 %, según cifras del DANE para el trimestre febrero-abril de 2025. La preocupación se centra en el impacto que los nuevos costos laborales podrían tener sobre las pymes, principales empleadoras de jóvenes.
Contrato juvenil especial: una solución viable
La propuesta de la Universidad plantea un contrato laboral diferenciado para jóvenes menores de 28 años, con duración de seis a doce meses. Este incluiría salario mínimo y afiliación a salud y pensión, pero sin recargos nocturnos ni indemnización por terminación anticipada.
“El primer empleo exige una aproximación flexible y gradual. Este contrato funcionaría como puente de entrada sin poner en jaque a las microempresas”, señala Pedro Villamizar, director del Consultorio Jurídico de la universidad.
Costos empresariales en aumento
La reforma también contempla cambios como la reducción de la jornada diurna hasta las 7:00 p.m. y el incremento del recargo dominical al 100 %, lo que podría elevar en un 9 % los costos adicionales para las empresas. Según FENALCO, el rediseño del contrato de aprendizaje podría representar hasta $5 billones en sobrecostos.
Además, gremios como Acopi y firmas como Crowe Co estiman que los costos no salariales podrían aumentar entre un 17 % y un 34 %, afectando directamente la contratación de jóvenes.
Riesgos sectoriales y referentes internacionales
Sin un esquema alternativo, muchas empresas podrían optar por la automatización o la tercerización. Modelos internacionales como el Ausbildung en Alemania o el Youth Wage Subsidy en Nueva Zelanda demuestran que es posible incentivar la contratación juvenil con esquemas flexibles y subsidios parciales.
Recomendaciones prácticas
- Para empresarios: simular costos bajo el nuevo esquema, aprovechar incentivos tributarios y coordinar formación dual con el SENA.
- Para jóvenes: conocer sus derechos contractuales, exigir afiliación desde el primer día y solicitar certificación laboral al finalizar el vínculo.
Jóvenes rurales: los más vulnerables
La eliminación de artículos que promovían la formalización agropecuaria deja sin herramientas contractuales a los jóvenes del campo, un grupo clave para el desarrollo regional. Sin un enfoque diferenciado, podrían quedar excluidos del sistema productivo formal.
La reforma laboral representa un avance en derechos, pero también exige soluciones técnicas que garanticen inclusión y sostenibilidad. El contrato juvenil especial podría ser la clave para conjugar dignidad laboral con crecimiento económico y estabilidad empresarial.