Cómo pasar del discurso a la acción y generar impacto sin inversiones millonarias
En Colombia, las pequeñas y medianas empresas representan más del 90 % del tejido empresarial y generan buena parte del empleo. En este contexto, la sostenibilidad dejó de ser un gesto simbólico para convertirse en una exigencia concreta. Hoy, clientes, exportadores y entidades financieras esperan que sus aliados adopten prácticas responsables como condición para hacer negocios.
Con este panorama, Areandina propone un checklist corporativo que permite a cualquier pyme alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), reducir costos operativos, acceder a créditos verdes y abrir puertas en mercados internacionales. Lo mejor: sin inversiones millonarias ni procesos complejos que paralicen la operación.
Tres pasos para integrar sostenibilidad con rentabilidad
Según Sandra Yaneth Cely Cabeza, directora nacional de Sostenibilidad de Areandina, el camino comienza con acciones claras y alcanzables:
1. Definir una política institucional de sostenibilidad
Formalizar el compromiso ambiental y social convierte la sostenibilidad en parte del ADN empresarial.
“Cuando una empresa deja por escrito su propósito, trasciende las acciones aisladas o de moda”, explica Cely.
2. Socializar la Agenda 2030 y capacitar al equipo
Sensibilizar al talento humano sobre los 17 ODS crea coherencia interna, innovación colectiva y orgullo organizacional.
3. Priorizar los ODS más cercanos a la operación
Establecer indicadores permite medir avances reales y reportarlos con transparencia.
“Enfocarse en lo que realmente impacta al negocio y a la comunidad es clave para lograr cambios sostenibles”, añade Cely.
Cómo evitar el greenwashing y lograr beneficios reales
Uno de los mayores temores de los empresarios es el costo. Sin embargo, un informe de GetApp revela que la mayoría de pymes destina entre 2 % y 10 % de su presupuesto a sostenibilidad, y que en muchos casos no implica gastar más, sino redireccionar recursos.
Acciones clave:
- Comprar insumos a proveedores locales
- Ajustar procesos para ahorrar energía y agua
- Capacitar al equipo para mejorar productividad y clima laboral
Para evitar el greenwashing, es fundamental usar certificaciones reconocidas como:
- ISO 26000
- Pacto Global
- Principios PRME
- Sello ESG Verified de ICONTEC
“La sostenibilidad no puede ser solo marketing. Debe alinearse con la misión, los valores y la estrategia del negocio”, advierte Cely.
Beneficios tangibles en corto plazo
Implementar este checklist genera resultados visibles:
- Reputación fortalecida ante clientes, proveedores y autoridades
- Acceso a cadenas de valor globales que exigen estándares de sostenibilidad
- Créditos verdes y alianzas estratégicas con mejores condiciones
- Diferenciación frente a competidores en licitaciones y contratos corporativos
“Las empresas que integran la sostenibilidad a su gestión no solo ganan en competitividad, también abren nuevos mercados y fidelizan clientes”, sostiene Cely.
Casos reales: sostenibilidad que transforma
En el Eje Cafetero, empresas agroindustriales que ajustaron sus procesos para reducir consumo de agua y energía ya reportan ahorros operativos. En Medellín y Bogotá, pymes del sector alimentario y manufacturero han logrado contratos con grandes cadenas al certificar sus prácticas ambientales y sociales.
El impacto también es humano:
“Cuando los colaboradores ven que la empresa actúa con responsabilidad, mejora el clima organizacional y surgen ideas innovadoras desde todos los niveles”, concluye Cely.
Sostenibilidad como estrategia empresarial
En un entorno donde la competitividad y la sostenibilidad ya no pueden ir por caminos separados, este checklist ofrece a las pymes una hoja de ruta sencilla para transformar buenas intenciones en resultados reales. Más que una tendencia, es una estrategia para sobrevivir y crecer en un mercado que premia a quienes combinan rentabilidad con responsabilidad.