¿Cómo identificar el síndrome de burnout, prevenirlo y actuar a tiempo?
Cansancio constante, insomnio, apatía y autoexigencia excesiva: estos son algunos de los síntomas que cada vez más mujeres en Colombia experimentan sin saber que podrían estar enfrentando burnout, un fenómeno silencioso que avanza sin pausa.
Reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un síndrome vinculado al entorno laboral, el burnout femenino en Colombia ha tomado una dimensión más compleja: no solo se manifiesta en el trabajo, sino también en el hogar, en las tareas de cuidado y en la presión de cumplir con múltiples roles al mismo tiempo.
El desgaste emocional tiene género
“El agotamiento de las mujeres no solo nace en el trabajo formal, también en el esfuerzo emocional de estar disponibles para los demás, cumplir con estándares de perfección y silenciar el cansancio por miedo a ser juzgadas”, explica Laura Manosalva, docente del programa de Psicología de Areandina sede Bogotá.
En un país donde el 48,8 % de las mujeres dedica buena parte de su tiempo a las labores del hogar (frente al 14,7 % de los hombres), el desequilibrio en las cargas es evidente. A esto se suma el impacto de los cambios hormonales (menstruación, embarazo, posparto, menopausia), la autoexigencia exacerbada y la falta de reconocimiento emocional.
Tres etapas del burnout en mujeres
El síndrome de agotamiento emocional suele desarrollarse en tres fases:
1. Sobrecarga persistente
Jornadas extensas, acumulación de tareas y presión por cumplir con todo —en el trabajo y en el hogar— generan una carga mental insostenible.
2. Agotamiento emocional
Una fatiga profunda que no mejora con el descanso. Aparecen síntomas como insomnio, irritabilidad y desconexión con el entorno.
3. Sensación de ineficacia
Todo esfuerzo parece insuficiente. El sentido de propósito se diluye y aparece la frustración constante.
Datos que evidencian una crisis silenciosa
- 70 % de las colombianas se sienten sin energía física ni emocional al finalizar el día (Burnout Index 2024).
- 44,5 % identifica el hogar como el principal detonante de sus problemas de salud mental (DANE).
- 80 % de los trabajadores colombianos experimentaron altos niveles de estrés laboral en el último año.
- 62 % de la población sufre de estrés crónico que impacta su calidad de vida, siendo las mujeres las más afectadas.
Acciones prácticas para prevenir el burnout femenino
Aunque las causas del burnout son estructurales, existen acciones individuales y colectivas que pueden marcar la diferencia:
1. Reconocer las señales
Estar alerta a síntomas como insomnio, irritabilidad, tristeza persistente o desmotivación.
2. Establecer límites
Decir «no», delegar tareas, priorizar y evitar la sobrecarga emocional.
3. Priorizar el descanso real
Dormir bien, desconectarse de dispositivos y buscar momentos de ocio sin culpa.
4. Fortalecer redes de apoyo
Hablar con amigas, familia o comunidad para compartir emociones y reducir el aislamiento.
5. Buscar ayuda profesional
Terapia psicológica para identificar patrones de autoexigencia, resignificar el rol personal y construir nuevas estrategias de afrontamiento.
Además, es clave revisar el entorno: reorganizar responsabilidades familiares, negociar tiempos laborales y replantear relaciones que perpetúan el desgaste.
Cuidar a quien cuida: una responsabilidad colectiva
“El agotamiento no significa que una mujer no es lo suficientemente fuerte. Significa que ha sido demasiado fuerte por demasiado tiempo sin apoyo”, concluye Manosalva.
Combatir el burnout femenino va más allá del autocuidado. Requiere políticas laborales inclusivas, ambientes empáticos y relaciones equitativas. Porque proteger la salud mental de las mujeres no es solo una cuestión de bienestar individual: es una tarea urgente para una sociedad más justa y sostenible.