Cómo las organizaciones pueden reducir la sobrecarga femenina y construir entornos más justos y productivos
En Colombia, una de las brechas de género más persistentes en el mercado laboral es la carga desigual del trabajo doméstico y de cuidado, que recae mayoritariamente sobre las mujeres. Según cifras del DANE, en 2025 las mujeres destinan el 17,6 % de su tiempo a tareas no remuneradas, mientras los hombres solo el 5,2 %. Este desbalance —casi cuatro veces mayor— afecta especialmente a la población entre los 25 y 44 años, etapa clave en la vida profesional.
Aunque se trata de un fenómeno estructural, las empresas tienen la capacidad y el compromiso de implementar políticas que contribuyan a redistribuir estas responsabilidades y cerrar la brecha de género desde su gestión interna.
¿Qué pueden hacer las empresas para transformar esta realidad?
La Dra. Andrea Hernández Monleón, directora del Pregrado en Recursos Humanos y Relaciones Laborales de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a la red Planeta Formación y Universidades, propone una hoja de ruta clara:
“Las empresas deben implementar políticas integrales que reconozcan la carga desigual y contribuyan activamente a su redistribución, desde una perspectiva de corresponsabilidad”, afirma la experta.
Medidas clave para una conciliación efectiva
1. Permisos parentales igualitarios y remunerados
Ambos progenitores deben tener acceso a licencias por cuidado sin penalización profesional. La corresponsabilidad exige que hombres y mujeres compartan estas funciones de forma equitativa.
2. Modelos laborales flexibles
El trabajo híbrido, el banco de horas y la elección de franjas horarias permiten organizar el tiempo de manera eficiente, sin reproducir roles tradicionales. Estos modelos son especialmente relevantes ante el creciente cuidado de personas mayores y dependientes.
La equidad como parte de la cultura organizacional
El reto de la igualdad de género no debe limitarse a iniciativas aisladas. Es fundamental incorporar la perspectiva de género en:
- Sistemas de evaluación
- Procesos de toma de decisiones
- Cultura organizacional
“Los Planes de Igualdad son instrumentos eficaces para implementar medidas concretas y sistemáticas que fomenten la equidad y la corresponsabilidad”, señala Hernández Monleón.
Formación y liderazgo con enfoque de género
Para lograr un cambio real, es necesario capacitar a líderes y mandos intermedios en:
- Estereotipos de género
- Sesgos inconscientes
- Prácticas inclusivas
Este enfoque no solo promueve un entorno laboral más justo, sino que impulsa un cambio cultural profundo, que favorece la corresponsabilidad dentro y fuera del lugar de trabajo.
Equidad que genera valor
Las empresas que integran la equidad de género en su estrategia no solo contribuyen a una sociedad más justa, sino que también mejoran la productividad, fortalecen el compromiso del talento y elevan su reputación corporativa.
Más que una responsabilidad social, es una decisión estratégica que transforma la cultura empresarial y responde a las expectativas de un mercado que valora la inclusión, la corresponsabilidad y el bienestar integral.
 
				 
								 
															 
								 
								 
								 
								 
								 
								