Eficiencia, efectividad y experiencia: el nuevo triángulo de valor en la era post-pandémica
En la década de 2020, la experiencia del colaborador se ha convertido en el eje de la transformación de los espacios de trabajo. Más allá de la eficiencia operativa y la efectividad en procesos, las organizaciones enfrentan una crisis de conexión que impacta directamente en la retención del talento, la productividad y el bienestar.
Según JLL Global Research, el 73 % de los empleados desea opciones de trabajo flexibles, mientras que el 74 % de los líderes empresariales considera que la colaboración presencial es clave para la cultura organizacional. Este contraste evidencia la necesidad de rediseñar los espacios físicos como entornos híbridos que equilibren expectativas, fomenten la conexión humana y potencien el rendimiento.
El aislamiento laboral: una epidemia silenciosa
La falta de presencialidad regular puede generar desconexión emocional, sensación de soledad y pérdida de pertenencia. Según investigaciones recientes, los empleados infelices y aislados tienen un 40 % más de probabilidades de renunciar, lo que se traduce en altos costos de rotación y pérdida de capital humano.
A nivel macroeconómico, el impacto del aislamiento laboral se refleja en menor eficiencia, mayor absentismo y deterioro de la salud mental. En este contexto, el diseño del espacio de trabajo debe evolucionar de un enfoque funcional a uno relacional.
Más allá de los amenities: rediseñar el tejido social
La transformación de los espacios laborales no se trata de añadir zonas de descanso o mesas de ping pong. Como señala María del Carmen Tabini, Business Development Consulting LATAM de JLL:
“No se trata solo de reorganizar muebles o añadir un gimnasio. Estamos reconfigurando el tejido social de nuestras empresas.”
El verdadero cambio implica convertir los espacios en comunidades vivas, donde la interacción, el propósito y el bienestar sean parte integral de la experiencia laboral.
Cómo transformar espacios en comunidades
Cada empresa requiere una estrategia personalizada, basada en datos reales sobre el uso del espacio y las necesidades específicas de sus equipos. Los pasos clave incluyen:
- Recopilar información sobre hábitos de ocupación y movilidad
- Diseñar perfiles espaciales por equipo e individuo
- Integrar herramientas digitales y elementos culturales en la jornada laboral
- Promover el bienestar físico, emocional y social
- Crear ambientes psicológicamente seguros que fomenten la conexión genuina
Según el informe “The Transformation of Work”, el 43 % de las empresas están dispuestas a pagar una prima adicional por ocupar edificios con certificaciones líderes en salud y bienestar. Esto confirma que el entorno físico es ahora un activo estratégico para atraer y retener talento.
El lugar de trabajo como motor de conexión
“El lugar de trabajo es una fuente principal para que las personas se conecten y establezcan vínculos. Esto supone una enorme responsabilidad para empleadores y equipos”, afirma Tabini.
Desde JLL, como expertos en espacios corporativos, acompañamos a las organizaciones en la creación de comunidades prósperas que atraen profesionales de alto rendimiento, mejoran la productividad y reducen el agotamiento. Porque entendemos que la conexión humana es la verdadera ventaja competitiva en la carrera por el mejor talento.
Tendencias laborales que reconfiguran el futuro del trabajo
JLL ha identificado cinco características clave que impulsan la ventaja competitiva y fortalecen el compromiso de los empleados:
- Planeación estratégica de la ocupación de oficinas
- Diseño centrado en la experiencia del colaborador
- Políticas efectivas de trabajo híbrido
- Implementación de tecnología basada en IA
- Promoción activa del bienestar integral