En un mundo digital e interconectado, la internacionalización es un camino que muchos quieren recorrer, y las startups no son la excepción, entendiendo que no todas nacen con una proyección internacional a medida que estas crecen se plantean esta posible situación, pues ser escalables, innovadoras y disruptivas son características que hacen parte de su esencia.
Esta opción de emerger en otros países le concede a las startups diferentes beneficios como: atraer nuevos públicos y oportunidades de negocio, generar más empleos, mejorar la imagen de marca al aumentar su credibilidad, y nuevos servicios o productos para su cliente final. Sin embargo, este camino es largo y no se debe tomar a la ligera pues existen algunos obstáculos que deben enfrentar.
“Una startup no debería estar pensando en llegar a otros países hasta no consolidar el mercado inicial, la primera recomendación es no anticiparse. En Cube le apostamos a escalar y el crecimiento exponencial de las ideas potentes, sin embargo, llegar a nuevos lugares requiere de un costo y esfuerzo a largo plazo, cuyo retorno se verá después de un tiempo, y para ello hay que prepararse muy claramente y entender qué objetivo están logrando. Aún siendo de la misma región existen diferencias culturales en la manera en que se compran productos y servicios, se adoptan herramientas, y se hacen negocios”, afirma Santiago Rojas, Director General de Cube Ventures.
Asimismo, entre los aspectos que más destacan para la llegada de nuevos mercados son las condiciones económicas y legales de cada país, teniendo en cuenta que Colombia es un lugar donde abunda el talento y por lo tanto un territorio atractivo para inversionistas.
Según el Banco de la República, el comportamiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) arrojó que en enero del 2024 el indicador se ubicó en US $1.276 millones, lo que revela un aumento de US $348 millones en relación con los US $928 millones reportados en diciembre del 2023. Lo anterior evidencia el potencial que tiene el país, con una demanda nacional clave.
“En Cube acompañamos y respaldamos a emprendedores tecnológicos de América Latina para lograr un impacto positivo en la economía y en la sociedad de la región, somos un puente catalizador de comunidad y conocimiento para hacer el camino hacia nuevos destinos mucho más llevaderos. La expansión de una startup es una inversión que requiere de un diseño de soluciones adaptables que trascienden los límites culturales, legales y la interrupción en el engranaje de los diferentes procesos”, finaliza Rojas.
Inversiones
De cara a los inversionistas la expansión de una startup representa un abanico de oportunidades: primero, múltiples monedas, diversificación, lo que varía en el retorno de la inversión esperado, pues está sujeto a la respectiva tasa representativa. Y en segundo lugar, mayor resiliencia, adaptabilidad, lo que libera la dependencia de un solo régimen de mercado, sino que pueden adaptarse a múltiples países y por lo tanto pueden aguantar más tiempo en el mercado.
Las necesidades del mercado, los avances tecnológicos y la globalización han generado un crecimiento exponencial en el ecosistema de las startups, permitiendo impactar nuevos clientes y mejorar los productos o servicios, lo que convierte a las famosas startups en las llamadas Scale Up, es decir, aquellas empresas de base tecnológica que mantienen un modelo sólido a través del tiempo y requieren de mayor inversión, mayor riesgo y por supuesto mayor dominio en el mercado obteniendo un crecimiento anual que supera hasta el 20 %.