Hace 75 años, Rosemary Brown “identificó una extraña desintegración de partículas”.
Con eso ayudó a cambiar, nada más y nada menos, que nuestra comprensión de la física.
En 1948, era una joven estudiante de doctorado en la Universidad de Bristol, en Reino Unido.
Tras contraer matrimonio con el también físico Peter Fowler, en 1949, decidió dejar su carrera para dedicarse al hogar.
Varias décadas después, alguien le traería noticias que no se esperaba.
Esta semana, a sus 98 años, su antigua universidad le concedió un doctorado honorario.
El rector de esa institución, Paul Nurse, elogió su «rigor intelectual y curiosidad», y añadió que «allanó el camino para descubrimientos cruciales que continúan dando forma al trabajo de los físicos y a nuestra comprensión del universo».
Y es que el descubrimiento de la partícula kaón por parte de Fowler ayudó a predecir partículas como el bosón de Higgs.
De hecho, la comprobación de la existencia del bosón de Higgs, que se produjo en el Cern, en Suiza, en 2012, es uno de los mayores logros de la física moderna.
«Muy honrada»
Encontrar la partícula kaón contribuyó a una revolución en la teoría de la física de partículas.
Tras recibir el reconocimiento en una ceremonia de graduación privada, cerca de su casa en Cambridge, la doctora dijo que se sentía «muy honrada», aunque añadió: «No he hecho nada desde entonces que merezca una consideración especial».
Nurse, quien ganó el Nobel de Medicina en 2001 junto a Leland Hartwell y Tim Hunt, fue el encargado de hacerle la entrega del doctorado honoris causa en Ciencias.
Fowler nació en Suffolk en 1926 y creció en Malta, Portsmouth y Bath mientras su familia viajaba por el trabajo de su padre como ingeniero de la Marina Real.
En la escuela, Rosemary halló que “las matemáticas y las ciencias eran fáciles, escribir ensayos era difícil”. Ver artículo completo